El Otoño pasado, viendo fotos recientes de la casa
familiar, me sorprendió la verja de la entrada cuya luminosidad, viveza y
alegría de su verde eclipsaba el resto de la foto y me era imposible dejar de
verla una y otra vez... "Verde primavera, eso ponía en el bote de pintura
con el que la pinté", me dijo el responsable de tal hazaña. Y ahí quedó la
cosa.
Pasó el Otoño mientras mirábamos y volvíamos a mirar
esas fotos y suspirábamos por un puñado de castañas junto a la estufa o un
chocolate con bizcocho en Astorga. Vino el invierno -aquel húmedo y cálido
Invierno de 2013- junto con la posibilidad de volver a esta maravillosa tierra,
comer castañas y merendar chocolate en Astorga. Y llegó mi 21 de Marzo en el
que la primavera parecía no querer asomar más que en forma de tímidas
florecinas que nada más nacer sucumbían en la siguiente remesa de lluvias en
aquellos Ajuncales empantanados... hasta que un día, de repente, la lluvia
cesó.
Y entonces ocurrió, en lo alto del Pico de las
Cornieras, bajo ese protector cielo azul, sintiendo en la piel esas cálidas
caricias del Sol y esos tiernos abrazos de la brisa, ahí estaba: EL VERDE
PRIMAVERA.
Un verde que te atrapa, que te atrae, al verlo no
puedes más que caminar hacia él... caminar no, trotar, correr, lanzarte ladera
abajo, vadear riachuelos y charcos, alcanzar el camino y llegar cuanto antes
esas pequeñas lomas de grandes campos de cereal recién nacido. Y una vez allí,
situarte de forma que tus ojos sólo vean verde y azul: verde, ese verde
primavera de la pendiente rebosante de briznas llenas de vida y azul, ese azul
amoroso protegiendo y alimentando a sus rapacines.
Y así fue como aquel comienzo de Primavera de 2013
descubrí hasta la emoción el hermoso verde primavera... y cómo, gracias a él,
disfruté de aquello que escribió Miguel de Unamuno con su sentimiento trágico
de la vida y su hambre de inmortalidad: "Contemplando el sereno campo verde
o contemplando unos ojos claros, a que se asome un alma hermana de la
mía, se me hinche la conciencia, siento la diástole del alma y me empapo en
vida ambiente, y creo en mi porvenir".
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